Teoría de la milonga




| 10 | Teoría de la milonga |

| José Arenas |

 

No he encontrado una forma poética más cómoda que la copla octosílaba, especialmente, la copla por milonga. Hay en esta forma tan popular como delicada una posibilidad infinita de la narrativa poética; hay espacio para el delirio, para la seducción y, especialmente, para el canto. La milonga como aquí se presenta es la forma mansa de la voz diciendo sus tristuras, cantando sus amores, proponiendo sus ideas a través del filo amistoso de la música. Por eso aquí me pongo a cantar. Hace mucho que no puedo escapar de la poesía formal. Es mi florecida reja y la acepto. El verso llamado injustamente libre, se me ha ido y no puedo domarlo. En cambio, en estos versos que se bailan, me siento protegido. Hay algo de ellos que me quiere. Intento volver a la poesía; allí podemos regresar a la belleza, y con esto, finalmente, vamos a querer lo que nos pertenece. La belleza como subversión. En tiempos de la contra/poesía abramos el cuore: allí están las milongas.